Cada 11 de noviembre, la amapola roja simboliza resiliencia y memoria, un recordatorio de cómo, tras la devastación de la guerra, algo bello y lleno de vida puede renacer. Hoy, tras la tragedia que ha afectado a Valencia, queremos enviar un mensaje similar de fuerza y esperanza: al igual que las amapolas en los campos de batalla, creemos en la capacidad de nuestra comunidad para florecer de nuevo, incluso en medio de la adversidad.
Que esta flor nos inspire a reconstruir con amor y solidaridad, sabiendo que de los momentos más difíciles pueden surgir los más hermosos actos de unión.