Aquí te voy a contar el truco que marca la diferencia entre un lacrado desordenado y uno digno de enmarcar: controlar la temperatura del lacre es la clave.
🌡️ ¿Por qué la temperatura del lacre lo cambia todo?
Después de muchas pruebas y errores, finalmente lo tengo claro: la temperatura del lacre es lo que más condiciona el resultado final del sello.
Cuando el lacre está demasiado caliente:
- El lacre rebosa más allá del sello, perdiendo forma y limpieza.
- La flor seca puede quedar completamente cubierta, sin lucirse.
- Pueden aparecer burbujas, bordes irregulares o marcas no deseadas.
Y eso, para quienes amamos los detalles, puede ser bastante frustrante.
⏳ El truco: deja que se enfríe unos segundos
Una vez que tengas el lacre derretido (ya sea con cuchara o pistola), no pongas la flor de inmediato. Espera unos 5 a 10 segundos antes de sellar. De esta manera, el lacre se vuelve más espeso y manejable, la flor queda visible, perfectamente integrada y como resultado, el sello marca con mayor precisión y no se hunde en exceso.
Ese pequeño gesto cambia totalmente el resultado. Pruébalo y verás cómo tus lacrados suben de nivel.
💡 Consejo extra:
Si trabajas con flores secas (como hortensias, lavanda, siemprevivas o margaritas), este tip es aún más importante. Son delicadas y merecen lucirse, no quedar atrapadas bajo el lacre fundido.
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📸 Inspírate y comparte
¿Ya probaste este truco? ¡Queremos ver tus creaciones!
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